“Yo siempre tenía que haber sido reina de la 44”: Alexsandra Estarita
La soberana de la fiesta del ‘bordillo’ ha sido un ejemplo de resiliencia. En su noche de coronación quedará reflejado el legado artístico de esta fiesta.
Con una pollera de flores que simboliza los colores y la tradición del Carnaval de la 44, y una maleta cargada de sueños y vivencias, Alexsandra Estarita Villa, abrió las puertas de su casa a Zona Cero para contar detalles del sueño que hoy ve materializado.
Y es que esta barranquillera amante al folclor de la tierra que la vio nacer, estuvo deseando desde muy pequeña ser la embajadora de la Fiesta más alegre de Colombia.
“Fueron muchos años donde fui guardando esperanzas, ideas y proyectos que quería lograr con el tema del Carnaval. Mis papás bailan en la danza del Garabato de la Universidad Libre, hace más de 25 años, y yo empecé a tener mis primeros contactos con el Carnaval desde que era muy pequeña. Siempre tuve en mi corazón el deseo de ser reina y hoy estoy ante ustedes”, manifestó.
El Carnaval de Barranquilla siempre hizo parte de su día a día, pues su mamá en cualquier época del año la vestía de algún disfraz, afianzando en ella su sueño.
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“Mi mamá siempre me disfrazaba de cualquier cosa en Carnaval, además que toda mi infancia viví en la 44 con 59, así que por obligación tenía que escuchar o ver la Guacherna, la Batalla de Flores de Sonia Osorio, así que eso empezó a crear un lazo muy lindo del Carnaval y ese sueño empezó a crecer en mí”, confiesa.
Estarita villa, recuerda que su preparación para “alcanzar la estrella” que en algunas ocasiones la vía muy lejos, comenzó desde el 2016.
“Ser Reina del Carnaval no es algo que pueda salir de la noche a la mañana, es un trabajo arduo, toca estudiar muchísimo. El carnaval es una historia tan amplia y diversa que hay que leer, conocer las diferencias entre danzas de relación y de tradición. Fueron largos años en poder entender todo esto. Yo sabía que algún día lo sería, pero por el momento me conformaba con aprender”, señaló.
“Hoy no soy la más experta como nuestros hacedores, pero si trato de seguir estudiando porque me apasiona toda nuestra tradición y esa es la labor más linda de nosotras, llevar a todo el mundo nuestra historia y todo lo que nos representa”, agregó.
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El amor por el folclor, le ganó a la críticas
Después de varios intentos fallidos para ser la soberana de los barranquilleros, Alexsandra, aseguró que dejó todo en manos de Dios. Estaba convencida que eso por lo que había trabajado, algún día llegaría “por partida doble”.
Y así fue. Hoy esta hermosa mujer de 28 años, asegura estar orgullosa de llevar sobre su pecho el Carnaval de la 44, una fiesta que representa: historia, salvaguarda y legado artístico.
“Ha sido más de lo que yo soñé, cuando tú oyes el Carnaval de la 44, crees que es como que el carnaval de la cuadra donde está la carrera 44 y si cruzaste la 43, ya eso es el carnaval y en realidad no, esto es una fiesta grande que une a un pueblo entero. He sentido el amor de todos, cada abrazo representa mucho para mi alma”, dijo.
Su entusiasmo y el brillo en sus ojos cada vez que habla del Carnaval de la 44 es notable. No es para menos, ella misma lo afirma con orgullo: “Entendí que yo siempre tenía que haber sido Reina de la 44, yo no tenía que haber sido Reina de ningún otro lado”.
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La fiesta del ‘bordillo’
Con la voz entrecortada y las lágrimas sobre sus mejillas, la reina Alexsandra no pudo esconder su felicidad por estar cada vez más cerca del día que siempre soñó.
El sábado 15 de febrero, noche de su coronación quedará en el corazón de todos los barranquilleros que han vivido de cerda el proceso de la soberana, disfrutando cada una de las iniciativas durante el pre-carnaval.
“Es un día de muchas emociones, pues yo estoy segura de que va a ser un momento demasiado emotivo de mi vida, porque, es lo que uno siempre ha soñado. También le tengo miedo a esta fecha por tantas emociones que van a llegar, porque son muchos momentos de mi vida que lo he pensado, como ¿Qué tal si yo pudiera ser la reina?”.
La preparación para este día ha sido constante y en silencio, pues quiere entregarle a Barranquilla, una noche en la que la tradición y las comparsas del Atlántico sean las protagonistas.
“Han sido varios meses de trabajo en silencio, me he preparado mucho. Siento felicidad por ver como cada día me voy acercando a lo que siempre he guardado en mi corazón. Yo siempre quise que saliera a la luz un Carnaval arrebatado, de la gente, espontáneo, donde todos somos iguales, aquí no importan los estratos”, señaló.